¿ Que hiciste anoche? Si , estuve peleando con mi sombra durante unos 30 minutos, mientas uno señora rubia, excesivamente flaca y desaliñada me gritaba ¿ que tienes en la cara? Yo solo me resignaba y hacia que no la escuchaba. De pronto un pájaro cantaba y me pregunte ¿será de día o me estoy volviendo loca? alguien me llama, mi sombra ya no me habla, y la señora me sigue gritando. Eras tú
tú, tan estúpidamente lindo, tus ojos grandes y brillantes, tu chaleco azul, tu pelo despeinado, y por supuesto tu guitarra. El cielo se ponía de color naranja y yo parecía chocolate derritiéndose, mientras te acercabas con tu caminar lento y pasivo, mi corazón sonaba tan fuerte que lo sentía en mi garganta, mis manos sudaban, mis ojos estaban nublados y lo peor sentía nauseas. Definitivamente estaba paralizada.
Solo me quede parada, ahí debajo de una luz (que no sabia exactamente de donde venia) a esperarte, solo pensaba en lo mal que me sentía mientas me acordaba de la canción creep. Por fin llegaste hasta mi, me dijiste: hola, te he echado de menos ¿ me das un abrazo? Me tomaste del brazo y me llevaste contra tu cuerpo, cerré los ojos inmediatamente y le dije: arto tiempo ¿no? Las palabras mas quebradizas que he dicho en mi vida, que siquiera sé si las entendió e incluso si las escucho.
Sentíamos una complicidad que hasta nos avergonzábamos de mirarnos, nos hacíamos los distraídos como si nada hubiera sucedido, me hablaste de no se que exactamente y solo me preocupaba de sacarte una foto en mi cabeza.
Te quedaste callado, en ese instante me sentí tan inocente que empecé a jugar con una hoja, mientras tarareaba la canción muchacha ojos de papel. Se me habían pasado las nauseas, eras solo tú, ! él ¡ mi eterno compañero de aventuras ridículas.
Esa noche o mañana ya ni sé que situación era, me sentí como una sinfonía dulce cantada por un zorzal, ya no estábamos solos.
Al otro día te fui a ver, en la misma plaza, te hable como es de costumbre y no me tomaste en cuenta, te grite, te tire un cachetada, y lo único que hacías es tocar tu guitarra una sinfonía extraña dedicada a tu ex novia. ¿qué hacia yo ahí? , el cielo se rompió en dos, los pájaros me hablaban, yo me había convertido en jalea sin sabor, y corría, corría, corría.
Finalmente tropecé, me caí en un basural, me golpee la cara contra el piso, rode, rodé y no paraba de rodar, me detuvo un árbol que me dijo: nena, levántate que haces ahí tirada (en tono argentino). No le hice caso y me quede dormida.
Desperté en mi escritorio a las 4:35 de la madrugada con café derramado en mis hojas de estudio, es ese mismo instante decidí dejar las pastillas antidepresivas.
tú, tan estúpidamente lindo, tus ojos grandes y brillantes, tu chaleco azul, tu pelo despeinado, y por supuesto tu guitarra. El cielo se ponía de color naranja y yo parecía chocolate derritiéndose, mientras te acercabas con tu caminar lento y pasivo, mi corazón sonaba tan fuerte que lo sentía en mi garganta, mis manos sudaban, mis ojos estaban nublados y lo peor sentía nauseas. Definitivamente estaba paralizada.
Solo me quede parada, ahí debajo de una luz (que no sabia exactamente de donde venia) a esperarte, solo pensaba en lo mal que me sentía mientas me acordaba de la canción creep. Por fin llegaste hasta mi, me dijiste: hola, te he echado de menos ¿ me das un abrazo? Me tomaste del brazo y me llevaste contra tu cuerpo, cerré los ojos inmediatamente y le dije: arto tiempo ¿no? Las palabras mas quebradizas que he dicho en mi vida, que siquiera sé si las entendió e incluso si las escucho.
Sentíamos una complicidad que hasta nos avergonzábamos de mirarnos, nos hacíamos los distraídos como si nada hubiera sucedido, me hablaste de no se que exactamente y solo me preocupaba de sacarte una foto en mi cabeza.
Te quedaste callado, en ese instante me sentí tan inocente que empecé a jugar con una hoja, mientras tarareaba la canción muchacha ojos de papel. Se me habían pasado las nauseas, eras solo tú, ! él ¡ mi eterno compañero de aventuras ridículas.
Esa noche o mañana ya ni sé que situación era, me sentí como una sinfonía dulce cantada por un zorzal, ya no estábamos solos.
Al otro día te fui a ver, en la misma plaza, te hable como es de costumbre y no me tomaste en cuenta, te grite, te tire un cachetada, y lo único que hacías es tocar tu guitarra una sinfonía extraña dedicada a tu ex novia. ¿qué hacia yo ahí? , el cielo se rompió en dos, los pájaros me hablaban, yo me había convertido en jalea sin sabor, y corría, corría, corría.
Finalmente tropecé, me caí en un basural, me golpee la cara contra el piso, rode, rodé y no paraba de rodar, me detuvo un árbol que me dijo: nena, levántate que haces ahí tirada (en tono argentino). No le hice caso y me quede dormida.
Desperté en mi escritorio a las 4:35 de la madrugada con café derramado en mis hojas de estudio, es ese mismo instante decidí dejar las pastillas antidepresivas.
1 comentario:
hola feña XD soi yo olle ke ers wena pa escribir komo anotai tantas cosas ...
tu lo kreaste????
kn ase ke te derritas???¿
respondeme!!!!
aya chao kuidate
Hector
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