miércoles, 20 de mayo de 2009

Sin más

Cuando sabes que algo verdaderamente raro va a pasar, te retuerces en la noche recordándolo, miles de imágenes aturdidas recorren esa “delicada” cabeza con olor shampoo barato.


Era una de esas noches donde no había luna, los ojos resplandecientes me aturdían y danzaba una felicidad nerviosa. No sabias que hacer, ni tampoco como actuar, eres muy torpe para ese tipo de cosas e incluso torpe para no tropezar con tus mismos pies. Palabras entrecortadas salen de tu boca, ni siquiera te entiendes tu misma. Tienes apenas la edad para comenzar en no creer, y lo único que verdaderamente sabes es que tienes a tu mamá y alguno que otro pensamiento fugaz que hacen poner extraños a personajes. Ni siquiera sabes como contar tus cosas, solo piensas en que no hay palabras como para explicarlo, falta de vocabulario para esos pensamientos y momentos, que no es necesario darles un adorno para darlos a conocer.

1 comentario:

cataeish dijo...

Fue la juventud, la que con su gorro azul te llevaba en bicicleta...



Hay una canción, una rareza, de la oreja que se llama el tiempo, y lo que escribiste me hizo acordar de ella o no sé si fue eso u otra cosa...


oreiuqet